Si a menudo sientes una urgencia fuerte y repentina de orinar y casi no llegas al baño o se te interrumpe el sueño dos o más veces por noche por la necesidad repentina de ir al baño, es posible que tengas vejiga hiperactiva
Cuando la vejiga está llena, el cerebro le envía señales al músculo de la vejiga para que se contraiga, es decir se apriete, y la orina salga hacia afuera a través de un tubo llamado uretra. Generalmente estas contracciones son voluntarias, pero cuando este músculo recibe mensajes repentinos e involuntarios para contraerse antes de tiempo, se llama vejiga hiperactiva, estas contracciones hacen que la orina ascienda por los uréteres hacia los riñones, con el tiempo este mal funcionamiento puede terminar en una insuficiencia renal.
La vejiga hiperactiva no es el resultado de infecciones urinarias, aunque algunos de los síntomas sean similares, tampoco de tomar demasiados líquidos, ni de tener una vejiga débil.
Las probabilidades de tener vejiga hiperactiva aumentan con la edad, esto no significa que todas las personas al envejecer lo vayamos a tener, es una condición médica que puede presentarse a cualquier edad y en cualquier persona.
Hay algunas condiciones que contribuyen para tener vejiga hiperactiva, entre ellas:
- Enfermedad crónica. Enfermedades como el mal de Parkinson, infarto cerebral, esclerosis múltiple o diabetes pueden afectar la vejiga y los nervios asociados con la misma.
- Cirugía. La cirugía de próstata u otras cirugías pélvicas pueden debilitar los músculos o dañar nervios, lo que hace difícil contraer la vejiga y causa contracciones involuntarias.
- Obesidad y aumento de peso repentinamente
- Menopausia. La disminución de los niveles de estrógeno puede causar debilidad y una menor producción de mucosidad dentro de la uretra, lo que reduce la capacidad de la vejiga de mantener un buen sello.
- Infecciones recurrentes del tracto urinario
Vivir con vejiga hiperactiva no es nada fácil, los síntomas pueden causar vergüenza y angustia por no controlar la salida de la orina, en algunos casos la urgencia de orinar es tanta que las personas llegan a preferir no salir de su casa por miedo a sufrir “un accidente”.
Lo más importante es que existen tratamientos muy efectivos para controlarla como la toxina botulínica que ayuda a prevenir las contracciones involuntarias de la vejiga y permite que esta se vacíe cuando el paciente la contraiga voluntariamente.
Lo mejor es estar informados y consultar un especialista para recibir el tratamiento adecuado.