minientrada Necesario abordar la salud mental para frenar suicidios en México

  • La tasa de suicidio en el país creció de 4.9 por cada 100 mil habitantes en 2013 a 6.8 suicidios por cada 100 mil mexicanos en 2023: INEGI

 

El Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) acaba de publicar datos actualizados de la tasa de suicido en la población mexicana con motivo del Día Mundial para la Prevención del Suicidio. En 2023 se registraron un total de 8 mil 837 suicidios que representaron 1.1% del total de muertes registradas en el país.

“Un dato alarmante que refleja los grandes problemas de salud mental, depresión y desesperanza que invaden a un sector creciente de la población si lo vemos comparativamente con hace una década”, comenta Arlen Solodkin, fundadora y directora del Instituto de Bienestar Integral y del encuentro Hope Circuit.

De acuerdo con los datos oficiales, la tasa de suicidios en el país se situaba en 4.9 por cada 100 mil habitantes en 2013, mientras que en 2023 esta cifra creció hasta situarse en 6.8 suicidios por cada 100 mil mexicanos. Los suicidios representan ya el 1.1% del total de muertes registradas, es decir, fueron la decimonovena causa de muerte a nivel nacional y afecta especialmente a la población masculina, ya que, del total de casos, 81.1% correspondió a hombres frente al 18.9% de mujeres.

La experta en psicología positiva y felicidad Arlen Solodkin señala que el suicidio es un fenómeno muy complejo que requiere de un abordaje muy amplio. Comúnmente, abordamos la depresión a través del enfoque de la terapia cognitivo conductual que ha probado ser una de las más eficaces para este problema, también es común la prescripción de medicamentos y otras formas de terapia que se centran en examinar nuestro pasado. Sin embargo, la psicología positiva introduce un componente esencial que a menudo se pasa por alto: proyectarnos hacia el futuro, explica.

La especialista recuerda que como dice el Dr. Martin Seligman, padre de la psicología positiva, “no estamos empujados por nuestro pasado, sino jalados por nuestro futuro”. Una de las problemáticas que enfrentan los jóvenes es que no logran ver un futuro positivo posible. Las redes sociales han incrementado este desafío a través del enfoque en la perfección y una visión irreal del éxito.  La falta de una visión a futuro nos hace caer en la desesperanza. Esta visión prospectiva puede ser la clave para superar el desamparo, generando la energía y vitalidad necesarias para un cambio real.

Especialmente alarmante es la tasa de suicidios entre los más jóvenes. En el caso de las mujeres jóvenes, los grupos de edad de 10 a 14 y de 15 a 19 son los que presentan un mayor número de suicidios frente a las mujeres de 20 años y más.

A este respecto, Solodkin resalta cómo la sociedad contemporánea, con su obsesión por el “yo” y el “individualismo”, exacerba el sufrimiento. En un mundo centrado en las apariencias y la perfección personal, “a menudo olvidamos el poder transformador de conectar con los demás. Abrirse a nuevas relaciones y perspectivas no solo enriquece nuestra vida, sino que también puede ofrecer una salida al aislamiento que muchas veces alimenta la depresión y el suicidio”. Esta apertura hacia los demás es fundamental para redefinir nuestra relación con el mundo y encontrar un sentido renovado de propósito y comunidad, agrega.

Tres herramientas clave de la psicología positiva

Ante el incremento de los casos de depresión, ansiedad, desesperanza y otras condiciones de salud mental, los expertos en psicología positiva recomiendan tres herramientas clave, que son el optimismo, la imaginación y la autoeficacia.

“Para el tratamiento de la indefensión, desamparo y depresión es indispensable tomar el control y comenzar a hacer cambios por más pequeños que éstos sean y resaltar el poder que cada uno de nosotros tenemos en transformar nuestra realidad”, explica Arlen Solodkin y recuerda que los sistemas de creencias que tenemos son un factor clave para determinar si nos convertimos en agentes activos de cambio o no, en víctimas pasivas o en arquitectos de nuestra realidad. De este modo, si una persona cree que puede influir en el mundo, mejorar su condición de vida y la comunidad en la que vive, puede desarrollar mayor eficacia, resiliencia y cooperación.

Estos tres elementos del psicólogo Martin Seligman son críticos y deben incorporarse en el tratamiento y en la prevención de la depresión. Un tratamiento complementario e integral es importante.

  1. Construir una visión optimista del futuro a través de un ejercicio fundamental como es visualizar una realidad diferente. Esta técnica se conoce como prospección positiva, la cual nos motiva al imaginar un futuro mejor.
  2. Imaginar diferentes vías de acción para lograrlo. Cuando somos capaces de ver esa realidad junto con otras personas y exploramos las opciones que tenemos. Esto se conoce como experiencias imaginativas.
  3. Fomentar el sentido de autoeficacia. Consiste en confiar en que nuestras acciones pueden generar los resultados que buscamos. Para que se dé es necesaria la intencionalidad -planes de acción y estrategias-, la previsión -planes dirigidos al futuro, con metas, anticipación de posibles obstáculos y resultados- y auto-reactividad que es la capacidad para autorregularse y construir cursos de acción apropiados que motiven y regular su ejecución.

“Vivimos en una era donde el acceso a la tecnología, la información, el conocimiento y nuestra capacidad de impacto social nunca había sido tan grande y sin embargo vemos cifras alarmantes como las de INEGI sobre casos de suicidio.  Hoy más que nunca, las personas tenemos el poder para transformar nuestra realidad y como sugiere Martin Seligman, ponente del encuentro Hope Circuit en Ciudad de México y padre de la psicología positiva, lograr que el 51% de la población mundial esté floreciendo para el 2051”, concluye Arlen Solodkin.

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