En la dieta de los mexicanos hay un incremento en general del consumo de todos los nutrientes, ya que las porciones han aumentado prácticamente en todos los rubros, excepto en frutas y verduras. Es decir, la dieta del mexicano tiene más calorías totales en comparación con hace 10 o 20 años.
Las últimas encuestas nacionales de salud han relacionado el alto consumo de carbohidratos (entre los que se encuentran las azúcares), con el sobrepeso, la obesidad, la diabetes y el síndrome metabólico, el tema de discusión siempre es la cantidad y no el nutriente por sí mismo.
Existen diferentes tipos de endulzantes, pero todos se consideran carbohidratos, los cuales junto con las proteínas y grasas son los principales macronutrientes que son esenciales para llevar una dieta equilibrada. Los carbohidratos se clasifican en simples y compuestos dependiendo de su estructura química.
Los carbohidratos simples son los que se convierten en glucosa y se digieren rápidamente. El azúcar de mesa es la más común, pero en esta clasificación también entran las frutas, la miel y el jarabe de maíz de alta fructosa.Los carbohidratos complejos poseen una estructura que se compone de tres o más azúcares, en su mayoría son ricos en fibra, vitaminas y minerales, y debido a su composición tardan más tiempo en convertirse en glucosa y ser asimilados por el cuerpo. Están en verduras, cereales integrales, y leguminosas.
“Los azúcares formar parte de una dieta balanceada, ya que se convierten en glucosa y la glucosa es la principal fuente de energía del organismo”
De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud, se recomienda que los carbohidratos aporten entre el 55% y 75% de la energía diaria consumida. De ese porcentaje, el azúcar debe ser solo el 10% de la energía en la dieta.
Maricarmen Osés, miembro del Colegio Mexicano de Nutriología y de la Asociación Mexicana de Nutriología, recomienda “El mejor hábito es comer de todo, variar la dieta y no comer en exceso, ya que al final lo dulce tiene un rol importante en nuestras vidas, por lo que es necesario dejar de satanizarla, debemos cuidar la cantidad y frecuencia de los alimentos, además de realizar ejercicio de manera rutinaria, como parte de una estructura de vida equilibrada”.