El aislamiento ocasionado por la pandemia del COVID-19, la necesidad de quedarse en casa, la incertidumbre ante un posible contagio, el cambio de rutina y el trabajo en casa, pueden ocasionar estrés crónico, ansiedad y agotamiento mental.
El estrés es la respuesta fisiológica detonada por un acontecimiento externo o un factor estresante. Éste genera una respuesta conductual que despierta el sistema límbico y libera adrenalina y cortisol, sustancias que ayudan a activar el cerebro y el cuerpo para lidiar con la amenaza.
Los síntomas del estrés incluyen un ritmo cardiaco acelerado, sudoración en manos, respiración agitada y poco profunda. Sin embargo, el estrés tiene un aspecto positivo que nos lleva a reaccionar y a salir del problema que enfrentamos, aseguró el Kent Bradley, director de Salud y Nutrición de Herbalife Nutrition.
El estrés crónico ocurre cuando el cuerpo se queda en un estado de lucha de manera continua (por lo general, esto se debe a que el problema no se resuelve).
Permanecer en un estado de estrés crónico ocasiona problemas de salud como afecciones digestivas, mayor riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares, debilitamiento del sistema inmunológico e incremento en la presión arterial, afirmó el doctor Gary Small, Integrante del Consejo Consultor de Nutrición de Herbalife Nutrition.
Por otro lado, comentan el doctor Bradley, la ansiedad es un estado mental disparado por el estrés, pero ambos nos pueden motivar para hacer algo. La ansiedad tiene un elemento cognitivo (la preocupación) y una respuesta fisiológica (el estrés), lo que significa que experimentamos ansiedad tanto en nuestra mente como en nuestro cuerpo.
La ansiedad generalizada también podría generar fobias. El estrés es una reacción a una amenaza, no así la ansiedad, que es una respuesta a una falsa alarma.
La ansiedad interfiere en la vida diaria de la persona, los trastornos de ansiedad son comunes, se estima que uno de cada cinco personas las presentan, incluso pueden presentarse ataques de pánico.
Los síntomas mentales de la ansiedad crónica son: nerviosismo, pánico, falta de concentración, pérdida de memoria, temor.
Los síntomas físicos son: insomnio, palpitaciones aceleradas, mareos, dolor de cabeza, tensión muscular, falta de aire, dificultad para respirar, por lo que es necesario recibir tratamiento profesional.
Los doctores coinciden en señalar que es necesario reducir el impacto del estrés y de la ansiedad en nuestra vida, para lo cual podemos recurrir a la meditación, al ejercicio, incluso cuando se trabaja, sin necesidad de abandonar el lugar en donde se realizan las tareas como por ejemplo: hacer sesiones de sentadillas o flexiones.
Una vez terminada su jornada laboral puede realizar ejercicio cardiovascular o aeróbico en su domicilio.
Tome sus llamadas de pie. Ya sea que decida salir a caminar durante una llamada o hacer algunas sentadillas, use este tiempo para colocar sus auriculares y moverse.
¿Qué hacer si tenemos fatiga mental?
Nuestro organismo necesita descansar, dejar de pensar en la situación ocasionada por la pandemia. “Necesitamos cargar la batería, es decir, descansar, dormir y renovarnos”, indicó el doctor Gary Small.
Por último, el doctor Gary Small recomendó el consumo de alimentos ricos en ácidos Omega 3, tales como las nueces o el pescado que también nos ayuda a elevar nuestro estado de ánimo.