Con un aumento de participación de más de 40% entre 2018 y 2019, a partir de proyectos de investigación con temas que van desde la relación de la microbiota con el cáncer colorrectal hasta su papel en el trastorno depresivo mayor, la convocatoria de la Biocodex Microbiota Foundation (BMF) confirma el interés de la comunidad científica mexicana por estudiar activamente el impacto que los microorganismos intestinales podrían tener tanto en la salud como en la enfermedad de la población.
Por tercer año consecutivo y a pesar de la crisis del COVID-19, la fundación declaró abierta la Convocatoria México 2020 a proyectos de investigación principalmente clínica, aunque también básica, que a lo largo de las próximas semanas serán evaluados por su Comité Científico mediante procedimientos competitivos, eficientes, equitativos y sustentados en mérito y calidad, para determinar al ganador de un financiamiento de 25 mil euros.
“Es muy importante invertir en la investigación de la microbiota en México, porque los cambios en ella se pueden quedar para toda la vida. En nuestro país, lo vemos reflejado en temas como la obesidad y el síndrome metabólico, con datos muy claros que indican que ambos tienen que ver con la alimentación y con un desequilibrio de la microbiota intestinal. Respecto de todo lo que tiene que ver con su relación con enfermedades neoplásicas y crónico-degenerativas, es algo en lo que definitivamente hay que invertir, porque significa una mejor salud hacia el futuro”, señaló la Dra. Solange Heller, presidenta del Comité Científico de la BMF.
Encabezado por el Dr. Mario Moisés Álvarez, el proyecto acreedor al financiamiento correspondiente a la convocatoria de 2019 —desarrollado por el Tecnológico de Monterrey-Campus Monterrey— trabaja ya en el diseño, fabricación y uso de un dispositivo órgano-en-chip para el estudio de la interrelación entre la microbiota intestinal y el cáncer colorrectal.
“Más allá de la salud digestiva, el impacto de la microbiota intestinal en el cuerpo es muy amplio. En un modelo animal, se demostró recientemente cómo la microbiota y sus metabolitos pueden determinar el ser susceptibles o no a una infección como la influenza. No sería raro que, dentro de la fisiopatología compleja del COVID-19 ocasionado por el virus SARS-CoV-2, exista una microbiota que nos pueda proteger o hacernos más susceptibles al virus, por lo que invertir en ciencia es una labor sustantiva para que el conocimiento avance,” comentó el Dr. José María Remes Troche, integrante del Comité Científico de la BMF.
La doctora Solange Heller, indicó que la microbiota cambia a través del tiempo, por ejemplo, la madre y el bebé comparten la microbiota hasta los dos años de edad del menor, en caso de que hubiera nacido por parto natural, pero si fue cesárea la protección disminuye. En el transcurso de la vida, la microbiota se transforma debido a la alimentación, al medio ambiente, a las condiciones de higiene y al uso de medicamentos.
Señaló que cuando la microbiota está equilibrada se conoce como eubiosis, en tanto que cuando está alterada se denomina disbiosis, condición que se asocia a enfermedades como intestino irritable, hígado graso, síndrome metabólico, obesidad y cáncer.
El doctor Remes Troche refirió que la microbiota es un conjunto bacteriano, que se localiza principalmente en el tracto digestivo y se distribuye a lo largo de los diferentes órganos en función de las propiedades químicas. Por lo que constituye el eje intestino-cerebro, en donde se establece una comunicación que se produce a través de tres vías: el nervio vago, la vía sistémica (mediante la liberación de hormonas, metabolitos y neurotransmisores) y el sistema inmune (por la acción de las citocinas).
Asimismo, los especialistas mencionaron que entre los trabajos finalistas de la Convocatoria México 2019 de la BMF destacaron propuestas de instituciones como el Centro de Investigación y de Estudios Avanzados del Instituto Politécnico Nacional (Cinvestav-IPN), el Instituto de Neurobiología de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM)-Unidad Lerma, el Instituto Nacional de Perinatología y el Hospital Central Militar de la Secretaría de la Defensa Nacional.
La fecha límite para el registro de proyectos es el 19 de julio de 2020. El investigador principal deberá contar con un grado de estudios mínimo de licenciatura terminada. La convocatoria a detalle está disponible en https://bit.ly/303WzPw