En el primer año de vida de un ser humano, la fisiología y la función intestinal se encuentran en desarrollo y maduración y es común que se presenten Trastornos Gastrointestinales Funcionales (TGIFs), como regurgitación, cólicos del lactante o estreñimiento funcional.
Por ello te contamos, cómo puedes sospechar que tú bebé padece estreñimiento a través de la forma en que hace popo.
Los pediatras indican que no existe un número con el que los bebés deban defecar, cada infante es distinto y su intestino funciona de formas diferentes. Es normal que en ocasiones el pequeño puje o haga un esfuerzo para defecar debido a la inmadurez de su sistema digestivo.
Pero si el bebé llora de manera persistente y sin aparente razón o mueve constantemente sus piernitas justo antes de que haga del baño se podría sospechar que presenta estreñimiento. Sus heces no deben ser duras y secas, más bien deben ser suaves.
Un 54.9% de los bebés presentan TGIF desde su nacimiento hasta los seis meses, entre ellos el estreñimiento. Para poder aliviar los síntomas es importante la detección con el pediatra y la adecuada alimentación.
La lactancia materna exclusiva, siempre será la mejor opción durante los primeros seis meses de vida de los pequeños; sin embargo, en caso de que esta no se lleve a cabo, existen fórmulas que deben ser recetadas por el pediatra que podrían aminorar los síntomas del estreñimiento.