La temporada de lluvias llegó y, con ello, las condiciones favorables para la reproducción de millones de mosquitos. Tan solo en México existen alrededor de 225 especies registradas entre las que destacan los géneros Culex, Aedes y Anopheles, principalmente, y que pueden actuar como vectores y transmitir enfermedades a algunos animales o humanos.
Actualmente, si bien existen campañas de salud para prevenir enfermedades en las personas como el Dengue, Zika o Chikunguña, pocos saben que las picaduras de estos insectos pueden transmitir a las mascotas una enfermedad llamada Dirofilaria immitis o Gusano de Corazón, patología que afecta a perros principalmente, pero también a gatos, lobos, coyotes, entre otros.
Se caracteriza con este nombre ya que, al picar al animal, le transfiere las larvas y estas, en su último estado reproductivo, se convierten en gusanos que se alojan en dicho órgano, pudiendo causar desde insuficiencias cardiacas hasta un paro en el corazón.
Felipe Bedoya, gerente Técnico del Segmento de Animales de Compañía de Boehringer Ingelheim Animal Health, señaló: “En primera instancia el perro no mostrará síntomas visibles, pero al paso de los meses comenzará con decaimiento, fatiga, falta de apetito e incapacidad para respirar, hasta llegar a fallas en su sistema circulatorio originadas por hospedar a gusanos de hasta 30 cm de largo en su corazón”.
Es importante mencionar que los perros no tienen la capacidad de transmitir la enfermedad directamente al humano, las personas únicamente podemos contraer la infección si somos picados por el mosquito y, a diferencia de nuestras mascotas, en nosotros la larva no llega a desarrollarse, solo se ha reportado la formación de pequeños quistes sin implicación para la salud.
De acuerdo con Felipe Bedoya, los perros pueden enfermar sin importar su edad o raza, además de que es casi imperceptible para los propietarios notar el piquete. Además, hasta la fecha no existe un tratamiento único que garantice una recuperación óptima, pues depende de la gravedad del caso, pudiendo ser prolongados, costosos y delicados, como lo es en aquellos que requieren remover quirúrgicamente los gusanos.
Sin duda, la prevención es la mejor opción y, para suerte de perros y gatos, la Dirofilaria immitis también puede prevenirse con desparasitantes de amplio espectro efectivos contra amenazas externas (como pulgas, garrapatas y ácaros), parásitos internos e, incluso, el silencioso Gusano de Corazón.
“Estamos comprometidos con la salud y bienestar de los animales de compañía por lo que invitamos a los dueños a visitar al médico veterinario, así como cumplir correctamente con los calendarios de vacunación y desparasitación de sus mascotas, ya que cuando los animales están sanos, los humanos también lo están” finalizó el experto.