Cuando comes los mismos alimentos día tras día, tiendes a comer menos en general. Eso se debe a que estás harto de tu plan de alimentación y eso puede generar problemas. Cuando tu dieta se vuelve aburrida, es más fácil y probablemente te desvíes de tu objetivo.
“La rutina es buena, pero a veces puedes llevar las cosas demasiado lejos. Por ejemplo, Tu plan de alimentación puede sugerir que cenes pollo a la parrilla y espinacas al vapor; pero eso no significa que tengas que comer exactamente esos alimentos todas las noches. Hay muchas cosas que puedes hacer para mantener las cosas interesantes y ayudarte a seguir tu plan de comidas”, señala Susan Bowerman, directora Senior de Educación y Capacitación Nutricional Mundial, Herbalife Nutrition.
Cómo evitar el aburrimiento de la dieta
Prueba nuevas frutas y verduras: Las frutas y verduras tienen menos calorías que los alimentos proteicos o los cereales y están llenas de nutrientes. Aprender a amar una variedad de frutas y verduras ayuda a mantener las cosas interesantes y también le ofrecerá a tu cuerpo una gran cantidad de nutrientes. Si no puedes enfrentarte a un plato de espinacas un día más, prueba con hojas de mostaza picantes, col rizada o acelgas. El hecho de que tu plan de comidas requiera fresas no significa que no pueda cambiar por algo más exótico como kiwis.
Mueve el orden de las comidas. En general, los planes de alimentación están diseñados para distribuir tus alimentos en varias comidas y refrigerios a lo largo del día, esto en parte para ayudarte a controlar el hambre, pero también para mantener tu energía física y mental. Pero eso no significa que no puedas mover las cosas un poco.
Tal vez tu plan requiera un refrigerio de proteínas a media mañana, pero no sientes la necesidad (o el deseo) de comerlo; por supuesto, mueva ese refrigerio para más tarde en el día si te funciona mejor. Si prefieres tu comida más abundante al mediodía, en lugar de la cena más grande que requiere tu plan, continúa y cambia.
La hora del día en que ingieres tus calorías hace poca diferencia siempre y cuando que no excedas tus totales diarios. Y no hay ninguna razón por la que no puedas comer “comida de desayuno” para la cena y tener sobras por la mañana.
Agrega más condimentos a tus platillos. Me parece que algunas personas ni siquiera intentan que su comida sea interesante cuando están a dieta. Agrega mucho sabor a los alimentos con condimentos como hierbas, especias, jugo y ralladura de cítricos, ajo, cebolla o un chorrito de vino o vinagre.
Y no olvides, los condimentos como la mostaza, la salsa o la soja; utilízalos con prudencia, ya que algunos tienen más sodio del que podrías esperar. La espinaca fresca al vapor sabe muy bien, pero es mucho mejor con un poco de cebolla morada y vinagre balsámico.
Renueva tus recetas favoritas. El aburrimiento de la dieta también puede aparecer cuando no estás comiendo tus comidas favoritas y habituales porque no son muy adecuadas para la dieta. Pero con tantos consejos y trucos para renovar recetas, es posible que, con un poco de experimento, puedas satisfacer el antojo por tus alimentos favoritos sin romper tu dieta.
Busca restaurantes que se adapten a tu plan de comidas. Hacer dieta puede ser realmente aburrido si estás convencido de que nunca podrás disfrutar de otra comida. Pero no hay ninguna razón para evitar los restaurantes (incluida la comida callejera o de la calle) por completo cuando estás en modo de dieta; el truco es encontrar elementos que funcionen a favor de tu dieta, no en contra.
Ciertas cocinas, como las asiáticas y mediterráneas, por ejemplo, tienden a ofrecer vegetales saludables y proteínas magras, por lo que ese podría ser una buena opción para comenzar. Y aprovecha la información nutricional en línea (muchos restaurantes publican las calorías de sus platillos) que puede ser de gran ayuda para planificar con anticipación lo que se va a pedir.