Las Enfermedades No Transmisibles (ENT) son responsables de 2.5 millones de muertes anuales en América Latina y el Caribe, por lo que se ha convertido en una de las principales causas de muerte en la región, influyendo en el contexto social y económico.
Tan solo en México, entre el 60 y 65% de las personas con hipertensión y diabetes apenas reciben un diagnóstico, y solo entre el 47 y el 50% recibe un tratamiento, de acuerdo con información de la Sociedad Mexicana de Nutrición y Endocrinología; lo que afecta también a las finanzas públicas del país. En 2019, el gobierno de México gastó 448 millones de pesos en el Programa de Prevención y Control de Sobrepeso, Obesidad y Diabetes.
En América Latina y el Caribe las ENT son responsables de tres de cada cuatro muertes, lo que representa 2.5 millones de muertes anuales aproximadamente en la región.
Y es que el impacto que tiene en un paciente con una enfermedad avanzada es que farmacológicamente el tratamiento costará por lo menos el doble, ya que los cuidados serán más complejos. Por ello se debe dar prioridad al avance de los tratamientos personalizados con base en un diagnóstico temprano y oportuno, lo que cambiará el futuro de los sistemas de salud y la economía de los países.
Durante su participación en el panel “Una epidemia invisible: ¿El rápido aumento de las enfermedades no transmisibles está creando la próxima crisis sanitaria?”, celebrado en el marco del Roche Press Day, el doctor German Fajardo, director de la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), destacó que “es necesario cambiar hacia un sistema preventivo y de promoción de la salud. Pues, si no modificamos el modelo de atención médica no habrá recursos que alcancen para atender las ENT en un futuro cercano”.
Agregó que “esta necesidad se ve reflejada en la brecha en el número de médicos que se tienen en los hospitales, pues el promedio es de 2.3 médicos por cada mil habitantes, además de que los modelos de formación médica están basados en la atención hospitalaria, lo que impacta en los sistemas de salud y la atención de los pacientes, así como en su calidad de vida”.
La llegada de la pandemia ha afectado principalmente a las personas con ENT de una manera desproporcionada, poniendo su salud en mayor riesgo debido a las dificultades de sus condiciones existentes y la interrupción en su diagnóstico y atención.
Por ello, la priorización de la salud y el fortalecimiento de los sistemas, con una estrategia de atención primaria como base, son cimientos necesarios para dar respuesta a una a crisis en todas las fases. La salud digital, la telemedicina y los registros electrónicos, entre otras innovaciones tecnológicas, han demostrado tener ventajas para garantizar con éxito la continuidad de la atención y monitoreo de las ENT.