La atención personalizada para los pacientes con diabetes puede prevenir que sufran complicaciones por el contagio del virus SARS-CoV-2 o de influenza, consideraron expertos que participan en el congreso médico digital: Diabetes Latam Summit 2020.
La diabetes es una enfermedad causada por una falta de insulina en el cuerpo (tipo 1) o bien por la falla del organismo para usar la insulina que produce en el páncreas (tipo 2). Esta enfermedad ha crecido de tal manera que es una epidemia mundial. En Latinoamérica, más de 45 millones de personas han sido diagnosticadas.
De acuerdo con datos de la Federación Internacional de Diabetes, México y Brasil están entre los 10 países con mayor número de personas con diabetes, en el 5º y 6º lugar respectivamente, con 16.8 y 12.8 millones de casos.
“Los pacientes con diabetes han estado en el ojo del huracán desde el inicio de la pandemia de COVID-19 porque tienen mayor riesgo de desarrollar complicaciones si se contagian del virus. Por eso este congreso es tan relevante, pues es indispensable asegurar que la comunidad médica cuente con acceso a la información médica más actualizada sobre los tratamientos disponibles para los pacientes, tanto los que sufren diabetes tipo 1 y 2”, explicó la Dra. María Elena Sañudo, directora médica de Sanofi General Medicines en México.
Aseguró que es más probable que una persona se infecte con el coronavirus si vive con diabetes (18.3%), con hipertensión arterial (21.6%), obesidad (20.7%) y ser del sexo masculino (57.1%). La tasa de mortalidad por COVID-19 en pacientes con diabetes se estima en 21.8%.
Las recomendaciones para el abordaje clínico de los pacientes con diabetes incluyen: en primer lugar, sensibilizarlos sobre la importancia de mantener el control metabólico –presión arterial y lípidos–, con la terapia que se adapte mejor a sus necesidades específicas.
Además, los pacientes deben adherirse disciplinadamente a su tratamiento y estar en contacto frecuente con su médico, incluso vía remota con herramientas de telemedicina, acorde con las condiciones de la nueva normalidad.
Por su parte, el Dr. Fernando Lavalle, endocrinólogo, académico, investigador y jefe de la Clínica de Diabetes del Hospital Universitario de la Universidad Autónoma de Nuevo León, en México, indicó que en el mundo hay alrededor de 463 millones de adultos de entre 20 y 79 años que viven con diabetes, lo que representa 9.3% de la población mundial.
Aseguró que en América del Norte y el Caribe se presentó un incremento de 33% en 2019 mientras que a nivel mundial, el incremento en el mismo año fue de 51%.
Los especialistas comentaron que las complicaciones ocasionadas por la diabetes mal controlada incrementan de 2 a 6 veces el riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares o amputaciones, por lo que disminuir la hemoglobina glicosilada (HbA1c) en 1%, reduce la mortalidad en un 21%.
“La diabetes puede afectar cualquier parte del cuerpo. La buena noticia es que los pacientes pueden prevenir casi todos estos problemas si mantienen bajo control su glucosa (azúcar en la sangre), comen saludablemente, tienen actividad física y consultan a su médico para mantener bajo control su presión arterial y su colesterol”, aseguró la doctora Sañudo.
“Existe un arsenal terapéutico para los diversos tipos de pacientes con diabetes tipo 1 y 2, pero lo más importante es que el médico le proponga el que es adecuado para su condición particular”, consideró la Dra. Sañudo.
Además en el congreso, será presentado “My Dose Coach”, una aplicación disponible para teléfonos inteligentes que ayuda a los pacientes a programar y ajustar su dosis diaria de insulina. Esta aplicación fue diseñada para pacientes adultos que han sido diagnosticados con diabetes tipo 2 y/o a quienes el médico les haya recetado una dosis diaria de insulina basal de acción prolongada, de esta forma se eleva la adherencia al tratamiento de una manera simple.
Además, en los próximos meses llegarán nuevas opciones para el tratamiento de pacientes con diabetes tipo 2 con insulina glargina, que es una insulina de nueva generación muy similar a la insulina humana, para el hemisferio Sur, con el objetivo de facilitar que los pacientes consigan sus objetivos metabólicos y tengan la diabetes bajo control.