En esta temporada invernal aumentan las consultas en los servicios de salud por enfermedades respiratorias causadas por virus y bacterias, mismas que encuentran las condiciones ideales para incubar y desarrollarse, principalmente en niños y adultos mayores de 65 años, así como en personas con enfermedades crónicas, señaló el doctor Gerardo López, infectólogo pediatra y director general Asistencia Pediátrica Integral (API).
La infección por COVID-19, el incremento de partículas contaminantes y la temporada de influenza, representan un escenario de peligro para México durante el invierno, sobre todo en grupos vulnerables, es decir, aquellos que presentan una disminución en la respuesta inmunológica.
Las personas con mayor riesgo de contagiarse de COVID, influenza o de padecer enfermedades respiratorias, son los niños de 6 meses a 5 años, adultos mayores, mujeres embarazadas, personas inmunosuprimidas o aquellos que padecen enfermedades crónicas.
Un mal manejo pediátrico de enfermedades como la obesidad, síndrome metabólico, diabetes y otras enfermedades del corazón, pulmón y cerebro, pueden generar complicaciones agudas en las vías respiratorias en niños, adolescentes y adultos, esto los predispone a tener infecciones graves o los expone a formas más graves de la enfermedad, agregó el Dr. Enrique Cruz Gómez, Pediatra intensivista, Presidente Healthia Medical Spot LATAM.
La capacidad inmunológica de una persona es mayor en los primeros años de vida, alcanza la cúspide al comienzo de la edad adulta y declina naturalmente, determinado por comportamientos como la alimentación, la actividad física, consumo del alcohol, de tabaco y exposición a sustancias tóxicas, entre otras. Podemos decir que el sistema inmunológico de cada persona tiene una edad biológica en razón a su grado de deterioro en términos de salud.
El doctor Gerardo López recomendó seguir una alimentación mesoamericana, es decir, consumir los productos que se producen en México o en América, consideró que recurrir a la dieta mediterránea es complicado para los mexicanos porque los productos son poco accesibles.
De acuerdo con los especialistas, una de las principales medidas preventivas es la vacunación, que representa la estrategia primaria y específica para prevenir complicaciones por infección de virus lo que permite la disminución de los índices de morbi-mortalidad por complicaciones respiratorias secundarias, por ejemplo, del virus de la influenza.
Un sistema inmunológico sano debe ser capaz de proteger al cuerpo de cualquier infección, lo que requiere una coordinación óptima de los linfocitos T en la sangre para atacar a los gérmenes invasores, lo que previene complicaciones y evita que los patógenos provoquen daños colaterales severos.
Una de las mejores herramientas que hay para reforzar el sistema respiratorio ante diferentes tipos de virus, bacterias y hongos está en el uso de los inmunoestimuladores como Adimod (Pidotimod) que cuentan con una acción preventiva, que rechazan la probabilidad de desarrollar infecciones, esto con la finalidad de inducir una efectiva maduración de distintas líneas celulares que usualmente se encuentran deficientes en los procesos infecciosos.
El objetivo de los inmunoestimuladores es apoyar el tratamiento de base de otras enfermedades y complementar con un estilo de vida saludable, lo que provoca una respuesta favorable ante las infecciones por bacterias en padecimientos respiratorios.
Tratamiento de la COVID-19
El doctor Cruz indicó que para la atención de la COVID-19 se requiere de un equipo multidisciplinario en el que se incluyen especialistas de medicina interna, intensivistas, nutriólogos clínicos, laboratoristas, terapistas, cardiólogos, enfermeros y mensajeros.
Apuntó que se debe estudiar cómo está la elasticidad pulmonar de los pacientes, la glucosa, presión arterial, oximetría (los valores por debajo de 90% se considera anormal). Indicó que el daño pulmonar en los niños no es tan alto a pesar de que tengan una carga viral alta; sin embargo. sí pueden contagiar a los adultos.
En tanto, los adultos se ven más afectados porque su respuesta inmune está más debilitada, pueden presentar más viscosidad en la sangre por el incremento de glucosa, colesterol y triglicéridos, dijo el doctor Cruz.
Los especialistas subrayaron que el uso de cubrebocas va a seguir hasta que se establezca bien el proceso de vacunación, por lo que recomendaron usarlo de manera correcta, lavarse las manos frecuentemente y no olvidar del aseo oral con una solución antiséptica.