minientrada Importante detectar enfermedades respiratoria en menores de edad

Los síntomas iniciales de cualquier enfermedad respiratoria son similares a los de un resfriado común, por ello es necesario identificar de qué  patógeno se trata antes de que empiecen las  complicaciones.

De su identificación, dependerá la mezcla de medicamentos que se administrarán. Nunca debemos autorecetarnos, ya que, tanto virus como bacterias, responden de manera diferente a los tratamientos. Hemos de recurrir al médico quien, basado en su experiencia y apoyado en los sistemas de diagnóstico, tomará la mejor decisión terapéutica.

En el caso de los niños, es muy importante prestar atención a cualquier cambio en su respiración; si notamos un aumento en la frecuencia de esta o dificultad para hacerlo, posiblemente estemos ante una emergencia pediátrica”, indica la doctora Dra. Norma Hernández, infectóloga  y directora médica de bioMérieux LATAM.

Durante esta época, además del SARS-CoV-2 hay otros microorganismos oportunistas que encuentran las condiciones perfectas para multiplicarse. La Bordetella y el Virus Sincitial respiratorio, son dos de los más comunes. Hoy hablaremos de sus consecuencias. 

“Ambos son muy graves, sobre todo en bebés, y son altamente contagiosos. A pesar de que hay síntomas en común como tos, fiebre, congestión nasal y estornudos, son enfermedades diferentes. En su estado más crítico es vital identificarlos a través de una prueba de PCR Múltiple”, comenta la Dra. Hernández.

La bacteria Bordetella pertussis es la causante de la llamada tos ferina, que como su nombre lo indica, está acompañada por accesos de tos convulsiva muy intensos que pueden llevar al pequeño a periodos en los que no respire.

Los niños menores de tres meses tienen más probabilidades de presentar complicaciones, en especial aquellos que no están vacunados. Más de la mitad de estos casos requiere hospitalización.

Los casos de tos ferina podrían alcanzar los niveles más altos de los últimos 50 años en los Estados Unidos, y los CDC dicen que esta nación está atestiguando las tasas récord de la enfermedad.

Por otro lado, está el virus Sincitial respiratorio, que puede afectar a grupos de cualquier edad. Sin embargo, es más común en niños pequeños. Su aparición es frecuente a los dos años de edad y aparece en otoño, invierno y primavera.

Los síntomas iniciales ocurren por etapas. En bebés, se manifiestan como irritabilidad, disminución de la actividad y dificultad para respirar. El virus puede causar infecciones graves como neumonía o bronquiolitis.

La manera para prevenir contagios de este tipo de enfermedades es la misma que hemos escuchado desde la influenza: lavado frecuente de manos, evitar tocar ojos, nariz y boca, cubrirse al toser y estornudar, así como desinfectar las superficies.

“Por ello, debemos continuar con las medidas sanitarias para salvaguardar el bienestar de todos en casa. Una emergencia pediátrica es una situación que se puede prevenir. Las pruebas de diagnóstico efectivas contribuyen a que los médicos podamos tomar la decisión óptima para el cuidado del paciente”, finaliza la infectóloga.

 

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