ChildFund México y el Programa Universitario de Derechos Humanos de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) firman convenio de colaboración para la implementación del Programa “Intervención psicoeducativa para la recuperación psicosocial de niñas, niños y adolescentes afectados por COVID-19: Colección de Apapachos”, desarrollado por ChildFund México, en el territorio nacional. Este Convenio propone de manera general, las siguientes actividades:
Participación conjunta para llevar a cabo una serie de capacitaciones a personas servidoras públicas de la SEP, del SIPINNA, del DIF, de CONAFE y otras dependencias a nivel estatal que manifiesten interés en la implementación de este Programa.
- Acompañamiento y evaluación de resultados de la implementación del Programa en las entidades federativas participantes.
- Creación de un micrositio para alojar contenido relacionado con Colección de Apapachos. Este micrositio será una Caja de Herramientas con información de fácil acceso para cualquier persona que desee conocer más sobre el programa.
La finalidad del Programa Colección de Apapachos es realizar acciones que ayuden a niñas, niños y adolescentes a gestionar las emociones vividas durante la pandemia de COVID-19 y, en este sentido, fomentar su recuperación psicosocial. El Convenio tiene por objeto central la vinculación estratégica entre ChildFund México y el PUDH para el despliegue e implementación del Programa con el fin de llegar a más niñas, niños y adolescentes mexicanos que han sido afectados en el ámbito de la salud mental como consecuencia del confinamiento y aislamiento social para frenar la pandemia por COVID-19.
Colección de Apapachos brinda herramientas y recursos a las y los educadores/facilitadores, cuidadores u otra persona a cargo del bienestar de niños, niñas y adolescentes; consta de 5 Fases: Introducción/Contención/Calma/Normalización y Salida mismas que han sido consideradas en 4 Módulos con sus respectivas cartas descriptivas, diseñadas tomando en cuenta la etapa del desarrollo de la población infantil y adolescente al que va dirigido. Asimismo, cada Módulo consta de 16 sesiones a través de las cuáles se busca ayudar a que niñas, niños y adolescentes puedan manifestar y reconocer las emociones que han experimentado en este tiempo de confinamiento para validarlas e identificar formas de autorregulación emocional.
Este Convenio que, dada las circunstancias actuales, se realizó de manera virtual, contó con las firmas de Sonia Bozzi, Directora de País de ChildFund México, Guadalupe Valencia García, Coordinadora de Humanidades de la UNAM y Luis Raúl González, Coordinador del PUDH. Asimismo, participaron en la ceremonia virtual por parte de ChildFund México: Morgane Bellion (Gerente de Programas), Yil A. Felipe Wood (Especialista de Protección a la Niñez) y Samantha Recorder (Especialista en Comunicación y Marketing); y por parte del PUDH estuvieron presentes Ismael Eslava, secretario académico del PUDH y Lourdes Zariñan, titular de la Clínica Universitaria del PUDH.
“En ChildFund, nuestro propósito es conectar a niñas, niños y adolescentes con lo que necesitan para crecer sanos, educados, seguros y con habilidades para la vida que les permitan alcanzar su máximo potencial. En este sentido, nos preocupa el impacto que a largo plazo puede tener en la salud mental de ellos y ellas el confinamiento prolongado, por lo que hemos desarrollado este Programa como una contribución a que puedan volver lo más pronto posible a retomar su cotidianidad reconociendo sus emociones de forma positiva. Para nosotros es un honor contar con el apoyo y participación del PUDH de tan reconocida institución académica como la UNAM en esta iniciativa y que sea nuestro aliado en la valoración, protección y promoción de los derechos de la niñez y adolescencia” señaló Sonia Bozzi.
Por su parte, el Mtro. Luis Raúl González Pérez resaltó que el Programa ‘Intervención psicoeducativa para la recuperación psicosocial de niñas, niños y adolescentes afectados por COVID-19: Colección de Apapachos’ permitirá a niños, niñas y adolescentes que lo reciban, aprender a través de actividades lúdicas la gestión de sus propias emociones, así como identificar las que han vivido en estos largos meses de pandemia. De esta forma, estarán en mejores condiciones y disposición de un mejor aprendizaje educativo. En consecuencia, celebro esta oportunidad de potenciar los vínculos institucionales que suman a la promoción de la protección y respeto de los derechos humanos de la niñez y adolescencia, a la vez que permite la unión de esfuerzos para atender a las niñas, niños y adolescentes que sufrieron daños emocionales y sociales derivados de la emergencia sanitaria”.