En el marco del Día Mundial del Asma, que se conmemora este 5 de mayo y que este año tiene como tema “Descubriendo conceptos erróneos sobre el asma”, especialistas hacen un llamado a las personas que viven con esta enfermedad a no bajar la guardia en medio de la pandemia por COVID-19 y llevar de forma continua un correcto manejo y control de su condición, con el objetivo de lograr un tratamiento eficaz, abordar las crisis evitables y reducir al mínimo el impacto en su calidad de vida.
El asma es una enfermedad no curable pero controlable, y de acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS) es un tema de gran importancia para la salud pública, pues se estima que, en el mundo, más de 339 millones de personas tienen asma y que en 2016 hubo 417,918 muertes a causa de ella.
En México, 8.5 millones de mexicanos viven con asma, siendo los más afectados niños de cero a 14 años seguido de las personas entre 15 y 64 años, así lo indica el Instituto Nacional de Enfermedades Respiratorias (INER).
“La gravedad del asma es variable según la persona. Se presenta cuando el revestimiento de los bronquios se hincha, con lo que disminuye su diámetro interno y se reduce el flujo de aire que entra y sale de los pulmones, por lo que es trascendental un diagnóstico y tratamiento que brinden un control eficaz de la misma”, comentó la Dra. Carmen Cano, especialista en Neumología Pediátrica.
Agregó también que “los principales factores de riesgo que intervienen para presentarla son la predisposición genética, exposición ambiental a sustancias y partículas inhaladas que pueden provocar reacciones alérgicas o irritar las vías respiratorias, por ejemplo: alérgenos presentes dentro de las viviendas, alérgenos que se encuentran fuera de casa, humo del tabaco, irritantes químicos en el lugar de trabajo y contaminación atmosférica, entre los más comunes”.
A estas causas, el Dr. Marco Polo Macías, especialista en neumología agrega la contaminación ambiental, la polinización -en época de calor-, además de la humedad, la poca precipitación pluvial y los vientos que suspenden y transportan los pólenes en el ambiente, lo cual puede provocar incluso reacciones alérgicas.
Por su parte, el Dr. César Fireth, especialista en Alergia e Inmunología Clínica y Pediatría , del Hospital Baja Allergy destacó que “se estima que en el mundo 150 millones de personas con asma podrían presentar un broncoespasmo completamente evitable; sin embargo, para lograrlo es importante reconocer los signos de advertencia y evitar los factores que pudieran desencadenar las manifestaciones, así como seguir las recomendaciones del especialista, sobre todo durante la pandemia por COVID-19 en el que las enfermedades respiratorias han cobrado relevancia”.
“Cabe destacar que un mal control de las personas con asma significa crisis más frecuentes y manifestaciones activas, por lo que el tratamiento debe fortalecerse con un mejor entendimiento y conocimiento de la misma, apoyado por tratamientos innovadores que permiten un control, además de reducir el uso excesivo de medicamentos de rescate”, finalizó el Dr. César Fireth.
De acuerdo con el Instituto Nacional de Enfermedades Respiratorias (INER), con un diagnóstico oportuno, tratamiento adecuado y necesariamente una buena educación de la persona que la padece, se puede lograr un óptimo control de la condición.
Con base en la Iniciativa Global para el Asma (GINA por sus siglas en inglés) los conceptos erróneos sobre el impacto del asma son comunes. El COVID-19 ha puesto el foco en las afecciones respiratorias, pero el impacto de la pandemia también amenaza con aumentar la carga de los servicios, ya de por sí muy limitados.
En este Día Mundial del Asma, es importante desafiar los conceptos erróneos que se han mantenido durante mucho tiempo en torno al asma, así como impulsar la necesidad de dar prioridad a mejores resultados para las personas que viven con este padecimiento y otras enfermedades respiratorias para lograr un tratamiento eficaz y mejor control.
- El asma no es una condición seria: todas las personas con asma corren el riesgo de sufrir exacerbaciones graves independientemente de la gravedad de la enfermedad, la adherencia al tratamiento o el nivel de control de esta.
- Usar solo el inhalador de rescate puede mantener el asma bajo control: de acuerdo con las últimas pruebas y directrices, el uso de un rescatador por sí solo no es suficiente para controlar el asma. Los sistemas de salud deben adoptar e incorporar nuevos enfoques, en línea con los últimos avances científicos.
- Los esteroides orales pueden controlar el asma eficazmente sin efectos secundarios: para el asma grave, a menudo se requieren corticosteroides orales a largo plazo; sin embargo, algunas personas llegan a depender demasiado de estos, desencadenando riesgos para su salud alterando su calidad de vida al llegar a presentar osteoporosis, depresión, aumento de peso y/o diabetes tipo 2.
- Las personas con asma deben esperar limitar sus vidas, independientemente de su tratamiento: si bien todas las personas que viven con asma corren el riesgo de sufrir un ataque, su tratamiento y atención tienen el objetivo de reducir este riesgo y permitirles manejar de manera efectiva su condición, limitando el impacto en su vida diaria.
“La falta de apego al tratamiento suele ser uno de los factores más importantes que impide alcanzar un buen control, lo que merma la calidad de vida. Se estima que únicamente del 30 al 50% de los pacientes con asma, tienen una adherencia correcta”, destacó la Dra. Lorena González.
Otro elemento clave para mejorar el apego al tratamiento es realizar un diagnóstico exhaustivo, a través de una historia clínica detallada, antecedentes de tratamiento y pruebas diagnósticas específicas, tal y como lo recomiendan la Guía Española del Manejo del Asma (GEMA) y la Global Initiative for Asthma, GINA. “El objetivo es identificar si el asma es de fenotipo alérgico, ya que diversos estudios señalan que el 75% de los casos de asma son de fenotipo alérgico, siendo la causa más frecuente del asma severa”, señaló la especialista.
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