No podíamos continuar con un enfoque de la atención en salud que hasta hace tres años priorizaba la especialización, que consume la mayor parte de los recursos. Debemos impulsar un modelo en el que la prevención y la protección de la salud sean el eje, de tal suerte que la hospitalización se reduzca porque los padecimientos puedan ser contenidos con oportunidad y eficiencia, señaló la Sen. Lilia Margarita Valdez Martínez, presidenta de la Comisión de Salud del Senado, durante el foro virtual Salud Universal, Cobertura, Acceso y Calidad hacia un Nuevo Sistema Nacional de Salud en México, convocado por ese cuerpo legislativo, la Organización Panamericana de la Salud, Salud Justa Mx y la Coalición México Salud-Hable.
“Nuestras instituciones han sufrido desgaste en exceso y en el financiamiento, pero también de corrupción que permeó desde las cúpulas de decisión hasta los mandos medios, además de que fuimos perdiendo nuestra cultura de la solidaridad, pero eso se acabó”, agregó. La ruta está marcada, debemos organizarnos y garantizar el ejercicio del derecho a la salud en todas las personas y para ello habremos de incorporar las aportaciones de las escuelas de medicina y de enfermería. Recuperaremos la sensibilidad y el arte consolar a quienes necesitan de nuestra atención”, concluyó la senadora.
El Dr. Ruy López Ridaura, director general de Programas Preventivos y Control del Enfermedades, destacó al acceso, la evaluación de recursos, el desarrollo de políticas y a la evaluación como funciones esenciales de la salud pública. Apuntó que éstas son un aspecto esencial en la transformación y el traspaso de los servicios de salud desde el Estado hacia la Federación.
Añadió que tales funciones podrán asegurar la universalización de los servicios tanto individuales como poblacionales, con enfoque de derechos humanos, efectividad, eficiencia y calidad; que las reformas normativas y presupuestales deberán fortalecer el servicio nacional de salud pública, evitando su fragmentación.
El Mtro. Luis Manuel Encarnación, especialista de la Non Communicable Diseases Alliance, destacó el papel que juega y que cada vez puede jugar más la sociedad civil para apoyar las acciones de los gobiernos. Al efecto marcó cuatro tareas esenciales de las organizaciones sociales:
La sensibilización
La incidencia
La investigación y
La rendición de cuentas.
Citó al Dr. Tedros Adhanom Gebreyesus, director general de la OMS, quien ha dicho que Al final la Cobertura universal de salud es una decisión política. Es la responsabilidad de cada país y gobierno nacional impulsarla.
En torno a los retos y posibilidades para lograr el acceso universal a la salud el Dr. Armando De Negri Filho, asesor especialista internacional en Sistemas y Servicios de Salud de la Organización Panamericana de la Salud, enfatizó que ahora que la pandemia va perdiendo fuerza, será tiempo de retomar a la mayor velocidad posible, los procesos de mejora y caminar hacia el acceso universal a los servicios de salud, pero ello debe considerar como punto de partida que la salud es un derecho humano, no como sucede en Estados Unidos donde se plantea que la salud es equiparable a una mercancía, a la cual se accede mediante el pago de un servicio.
El Dr. Sergio Bautista Arredondo, director de Economía de la Salud y Evaluación de Sistemas de Salud del Instituto Nacional de Salud Pública, abordó la necesidad de fortalecer la prevención de enfermedades y la atención primaria en salud. Con resultados de investigación, compartió prevalencias de enfermedades de alto riesgo: diabetes 13%, hipertensión arterial 25.5% y obesidad 33.3%, además de consignar que 30% de pacientes con diabetes y 40% con hipertensión no han sido diagnosticados.
“A raíz de la pandemia de COVID-19 tememos que tales porcentajes hayan empeorado”. Para caminar hacia la cobertura universal de salud necesitamos dirigir mejor el gasto público para que los servicios estén donde se necesiten; mejorar la calidad, para que los servicios resuelvan las necesidades y mejorar la eficiencia, para evitar desperdicios y aprovechar los recursos, dijo.
Datos de la OMS consignan que al contraer una persona una enfermedad no transmisible, de larga duración, al sufrimiento del paciente y de su familia se suma la pérdida de una o hasta dos fuentes de ingreso, al dejar de aportar el enfermo y alguno de sus cuidadores primarios, afirmó el señor Jaime Barba Zozaya, empresario privado, paciente de enfisema pulmonar y adherente al Capítulo de Personas que Viven con ENT de la Coalición México Salud-Hable. Acentuó que el sistema de salid debe centrarse en las personas, no en las enfermedades y que las primeras han de participar en su tratamiento como coadyuvantes de la atención de los especialistas de la salud, pero también de e participar en los procesos independientes de transparencia y rendición de cuentas.
Finalizó la jornada el Mtro. Erick Antoni Ochoa, director de Salud Justa Mx, quien aseguró que el ejercicio del derecho a la salud debe relacionarse con condiciones de trabajo seguras, considerar la equidad de género y evitar el gasto de bolsillo de las personas, para lo cual deberá irse acotando la fragmentación de los servicios de salud, a efecto de terminar con la tremenda disparidad del gasto per cápita entre PEMEX e IMSS Bienestar, los cuales dedican 11.031 pesos y 1, 060, pesos, respectivamente por persona atendida (estudio del CIEP de 2020).
Propuso para acortar la brecha presupuestal del gasto en salud, la imposición de gravámenes contra externalidades negativas que dañan la salud, como sucede con los productos de tabaco (plantea jun aumento de un peso por cigarro), actualización del aumento a las bebidas azucaradas, incremento de impuestos a alimentos industrializados de alto contenido calórico, de contribuciones verdes en entidades federativas donde se produzcan mercancías que dañen la salud o el medio ambiente, además de establecer licencias estatales y municipales para e control de los puntos de venta.